EL EKEKO : Dios de la prosperidad y abundancia
El Ekeko o equeco era considerado el dios de la fortuna entre los antiguos collas y se le rendía culto a través de la siguiente ceremonia: para lograr los favores solicitados hay que hacer "fumar" a la imagen. La figura presenta una abertura en la boca que es donde se coloca el cigarrillo encendido. Si el pedido es aceptado, del cigarrillo saldrá humo como si realmente el Ekeko fumara.
Cuenta la leyenda que había un campesino tan trabajador que empezó a llenarse de mucho dinero, el cual cargaba sobre su espalda, un poco jorobada a causa del peso. De ahí que se convirtiera en todo un ícono de admiración para la gente del lugar, que lo considera una divinidad y hace altares del pequeño dios con aspecto regordete y el infaltable chullo sobre su cabeza.
El Padre Bertonio en su "Vocabulario de la Lengua Aymara" (1612) lo llamó Thunupa, una deidad hogareña de la fortuna y de la prosperidad entre los antiguos Kollas que lo invocaban a menudo como kollasuyo (Dios de la prosperidad)
Su origen se remonta al período clásico de la cultura Tihuanacu (200 A.C. – 700 D.C.) pero el historiador puneño José Morales dijo que la imagen del Ekeko es parte de la cultura altiplánica. Indicó que su origen se remonta a los tiempos de la cultura Pucará, antes de Tiahuanaco, y ahora se ha convertido en un elemento propio de la cosmovisión andina. En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad.
La prosperidad y abundancia se logran ofrendando al Ekeko una “alasita” o miniatura de lo que se desea tener, por ejemplo, un carro, una casa o billetes y monedas si lo que deseamos es obtener más ganancias en nuestro negocio.
Es por eso que por años se acostumbraba tener un Ekeko en su casa o negocio, se le ofrenda un cigarro por que según la antigua leyenda le gusta fumar para cumplir la petición que se le a encomendado. Es muy efectivo y le cumple cualquier deseo, siempre y cuando le ofrendes un cigarro.
Aparte de “su cigarrito”, el Ekeko valora mucho la generosidad de quien le pide favores. No solo se trata de recibir ayuda, sino también de devolver el gesto con personas que requieran de la nuestra.
Generalmente tiene 20 centimetros de altura y sus características son: la imagen era fabricada en oro, plata, piedra y barro, en la actualidad es de yeso o arcilla. Según la tradición, se dice que el Ekeko debe conseguirse regalado o robado, pero jamás comprado, ya que los sueños nunca se cumpliran.
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